Los cambios irreconocibles que ha sufrido el Maule son a escala sin precedentes. Dejando atrás grandes sistemas de obras hidráulicas, eléctricas y forestales, se llega a la cima del cerro Colbún. Un recorrido por una sumatoria de grandes rocas esferoidales que emergieron hace 5 millones de años. Desde este punto el hombre se vuelve testigo de un vasto territorio descontextualizado, donde la intervención humana impacta lo natural.
En 1985 el Maule se convirtió en la zona más intervenida de Chile. Las obras de embalses artificiales sobre el rio Maule para aprovechamiento hidroeléctrico almacenan 1.400 millones de m3, el clima cambio en 2° Celsius produciendo un desequilibrio en la biodiversidad de la zona. Posteriormente el monocultivo a gran escala ha destruido 2/3 de bosque nativo. Hoy padecemos los desastres naturales, pero no por casualidad.
En efecto, la obra busca instalar la incidencia no menor de una experiencia centrípeta. La contemplación, para seleccionar, interpretar y proponer una imagen que ayuda a aportar a la discusión sobre la manera de habitar un territorio altamente entropisado. Un espacio llamado Maule, de sedimentos diversos, a veces esquivo y complejo, diferente al pensado como el espacio únicamente de producción de bienes a partir de su geografía.
El proyecto es una intervención mínima de 10 piezas diferentes en acero. Programáticamente han sido pensadas como sistema de guía y cobijar los movimientos del cuerpo en diferentes momentos del sendero. Bajo estas consideraciones, se adopta la resignificación de una máquina sembradora francesa en desuso que permite la acumulación de objetos formales. Constructivamente las piezas son prefabricadas dentro de un galpón agrícola en mitad del valle, y posteriormente en una gesta son trasladadas a la cima. Para su montaje se perforan cuidadosamente las rocas intervenidas, y las piezas quedan instaladas haciendo frente al desgaste de su función.
CNPT 2023 – Proyecto ganador