El terreno es una quebrada que figura según PRC, de Temuco como “área verde”, esta desempeña un rol ecológico al desplazar agua hacia el humedal contiguo, aunque, el sector enfrenta problemas: microbasurales, delincuencia y una división urbana, lo que ocasiona el abandono del lugar, por consecuente un negativo imaginario colectivo.
El proyecto aborda esta problemática con un plan maestro que une el territorio, crea calles y establece un espacio público de tipo buffer para proteger la quebrada.
El programa principal son viviendas, que según su emplazamiento es complementado por invernaderos de cultivo hidropónico. El cambio climático afecta al suelo y la producción de alimentos, lo que demanda nuevas prácticas productivas, las cuales tienen requerimientos de agua y soporte para la instalación del sistema.
Los espacios comunes de las viviendas también son tanques de reserva para el agua de riego, a partir de la fitodepuración de agua de lluvia recolectada por canaletas, según paisajismo. Esto garantiza el suministro de alimentos para los residentes y un excedente para la venta, haciendo sostenible el proyecto.
La planta del edificio se organiza de manera simétrica, frutas al norte y verduras al sur para optimizar la luz solar. Como medida de mitigación respecto de su emplazamiento, construye un puente peatonal el cual está equipado para la existencia de una feria libre.
Se diseñaron cinco tipos de viviendas que consideran datos socioeconómicos del área. El sistema constructivo es “pilar-viga” de madera laminada, junto con panel SIP; Cada vivienda incluye un espacio anexo tipo invernadero para ofrecer beneficios de confort térmico.
CNPT 2023 – Proyecto ganador