La vivienda es probablemente el bien más valioso que una familia pueda llegar a tener, sin embargo, es improbable que ésta pueda adaptarse fácilmente a la situación económica y familiar del propietario. Para ello, se plantea un módulo de vivienda de cuatro pisos que, en principio, acoge cuatro unidades habitacionales en formato dúplex. No obstante, operaciones tan simples como colocar la escalera al segundo piso junto a la puerta, da la posibilidad de que a futuro estos dos pisos se vuelvan dos unidades de vivienda independientes. El propietario original del dúplex podría sacar provecho económico de esto mediante el subarrendamiento, sin tener que convivir con el inquilino.
Las posibilidades de la planta libre se llevan al límite cuando son muros removibles los que separan un departamento de otro. Se impulsa entonces la idea del pequeño “gestor inmobiliario” dentro del conjunto, que ahora tiene acceso a distintas opciones y atributos ligados a la versatilidad, los que usualmente atribuimos a las casas en terrenos aislados.
A escala de conjunto, las circulaciones dentro de esta matriz se reducen al mínimo para llegar a la máxima cantidad de departamentos con la menor extensión de pasillos.
CNPP 2017 – Segundo lugar 3er año