Desde el sur de Chile queremos revitalizar la mirada urbano-rural y el rol de la vivienda , a raíz de la alta demanda demográfica en los últimos años, en una oportunidad de generar nuevas maneras de habitar, una vivienda colectiva que promueva formas que integren el territorio geográfico y cultural que la sostiene.
La propuesta consiste en hacer ocupación de vacíos e intersticios inter-manzanas. Una política de suelo urbano que conllevaría a una realidad urbana más compacta, socialmente cohesionada y por tanto más comunitaria.
Dado los vacíos tipológicos existentes y los requerimientos de asoleamiento, se define una estructura volumétrica en una crujía espacial oriente – poniente, con el programa de vivienda en los extremos norte y sur, unidos y separados por un vacío central de circulaciones.
La orientación del volumen nos permite maximizar la iluminación natural. El vacío central actúa como espacio mediador, siendo además de un sistema de circulación, un dispositivo pasivo de ganancia térmica para las cada una de las viviendas.
Su rol fundamental como espacio comunitario, se realza por medio de la liberación de la primera planta, y por albergar dentro de ellos programas semi interiores.
El proyecto se concibió como dos bloques de vivienda, construidos a partir de losas y muros de carga en CLT sostenidos y unidos en su centro por un sistema reticular de pilares y vigas laminadas. La elección de este sistema se basó por las características facilitadoras para la hermeticidad y para un montaje rápido, condición relevante en condiciones climáticas extremas y accesibilidad remota.
La incorporación del sistema de paneles de policarbonato en la envolvente del núcleo comunitario nos permite proyectarlo de una manera diáfana y transparente, realzando la relación desde el interior con el paisaje y dando como resultado un sistema de “faros” programáticos en el interior de las manzanas.
CNPP 2023 – Distinción zona sur