Proyecto que busca poner en valor la técnica constructiva en base a sal cristalizada sobre material textil, a través de la exploración material, donde se detectaron sus atributos como material, proceso constructivo y diseño arquitectónico. Además, pruebas empíricas definieron el estado cristalizador, componentes, atributos físicos y mecánicos, sistemas constructivos y definición de escala.
Debido a esto, no se modificó la propiedad efímera de la sal, haciéndose cargo la propuesta de la destrucción dentro de las estrategias de diseño, surgiendo los 3 estados del proyecto: Cuerpo-Destrucción-Huella.
El emplazamiento se define entre Vallenar y Copiapó, zona donde ocurre el desierto florido. Este lugar es escogido como estrategia de diseño para aprovechar el impacto ambiental de la sal al entrar en contacto con el suelo.
El cuerpo atribuido a su condición frágil, se terminará por desmoronar, dejando un mar blanco en el territorio, el cual con el tiempo se filtrará en el suelo, generando una “pseudo muerte” del área.
Cuando ocurra el desierto florido, el área donde decantó la sal no tendrá florecimiento, esto da a resaltar nuevamente la huella del proyecto, quien, en su nuevo estado, imita a un geoglifo, lo cual entrega una posibilidad de contemplar el desierto florido cuando este ya no exista.
El proyecto es un sistema constructivo sencillo de módulos de sal cristalizados de 20x20cm tejidos entre sí. El manto es tensado desde pilares perimetrales, donde el espacio contenido es el generador de coherencia y reflexión entre las piezas.
Reglas formales y estructurales crean una familia de mantos tensados, capaces de adaptarse a las siguientes situaciones geográficas: Llano-Depresión-Meseta-Pendiente y no ser un programa el motor de la forma. Una variación de manto para cada accidente geográfico, donde los proyectos desarrollados en detalle fueron Llano y Depresión.
CNPT 2021 – Proyecto ganador